¡Asúmelo, no puedes tener todos los inmuebles disponibles en el mercado! Esto es lo que da pie a las operaciones inmobiliarias compartidas, pero puedes cerrarte las puertas si no demuestras profesionalismo y ética con tus colegas. La clave de todo es el respeto.
Así que, si estás trabajando una operación compartida con un inmueble que no es de tu oficina, hay algunas recomendaciones que te servirán.
1. Agendando la cita para mostrar el inmueble a tu prospecto
No sé si en todas las profesiones, pero por lo menos en la nuestra, te puedo asegurar que recibes al día no menos de 20 mensajes en tu celular solicitándote información de los inmuebles; y muchos de ellos son de colegas que ¡te agendan citas! Con este escenario no sería extraño que pudiera confundirse fecha, hora, inmueble, asesor, etc. Por tu seguridad y como cortesía con tu colega, confirma tu cita por correo electrónico, así te aseguras que no la olvide.
2. Respeta el tiempo de tu colega
Sabemos que nuestro tiempo depende totalmente de los prospectos y que en muchas ocasiones no son puntuales, pero por atención a tu colega; cerciórate de que tu prospecto se presentará a tiempo y tú llega al sitio muy puntual, al menos 5 minutos antes de lo pactado.
3. Enviando la propuesta de tu prospecto
La tecnología debemos usarla para hacer las cosas con mayor celeridad, pero no por esto debemos caer en la informalidad. Si tu prospecto te hizo una propuesta por la propiedad de tu colega, ¡hazla por escrito! Ten a la mano tu formato de propuesta y que lo llene el interesado con su puño y letra. Recuerda que aunque hayan aceptado la propuesta económica, mientras no haya un documento de compromiso firmado y un depósito en garantía, el inmueble sigue promoviéndose. Así que, te corresponde a ti enviar a tu colega en tiempo y forma, todos los documentos solicitados por él.
4. Entregando el inmueble
Si bien es cierto que es a tu colega a quien le corresponde entregar el inmueble, también es cierto que es tu deber estar presente como representante de una de las partes involucradas en el acto. Salvo que tengas un verdadero imprevisto, es muy poco profesional dejar que tu colega haga todo el trabajo.
5. Pago de honorarios
Ahora sí, es momento de cobrar tu trabajo! Prepárate con un recibo para entregarle a tu colega y que pueda comprobar en su oficina que el proceso se ha concluido satisfactoriamente para ambas partes. De ser posible, envíale por correo un agradecimiento por su trabajo y lo más importante, ¡recomiéndalo en tus grupos de colegas inmobiliarios!